Diseño del blog

Abordando la relación entre TCA y abuso sexual

¡Bienvenidos a nuestro blog una semana más! En esta ocasión, nos adentraremos en un tema crucial y delicado: los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Los TCA, como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, son trastornos mentales complejos que involucran una relación problemática con la comida, la imagen corporal y la autopercepción. En esta entrada veremos la comorbilidad que este trastorno tiene con el abuso sexual.

La investigación orientada a comprender la etiología y las comorbilidades de los trastornos alimentarios (TCA), identifica el trauma sexual como una vía potencial para la aparición y mantenimiento de esta patología.  Según la revisión sistemática de Barrero y Sánchez (2022) aquellas personas con antecedentes de maltrato infantil tendían a padecer síntomas más graves de TCA. En niños y adolescentes se ha constatado que el antecedente de abuso sexual infantil (ASI), aumenta en 2,54 veces el riesgo padecer cualquier trastorno psiquiátrico. Entre las víctimas adolescentes de abuso, se documenta que éste era muy reiterado en todos los niveles socioeconómicos, siendo perpetrado principalmente por hombres adultos dentro de la familia de las víctimas.

En los TCA se han descrito síntomas nucleares análogos a las manifestaciones psicológicas consideradas como consecuencias del abuso sexual infantil. Entre ellas, destacan la intensificación de la preocupación y el pudor en torno al cuerpo, la pobreza en las relaciones interpersonales, baja autoestima, culpa, ansiedad, hostilidad, depresión, conducta auto-destructiva, distorsión de la imagen corporal, desconfianza interpersonal, maladaptación sexual y sentimientos de soledad. 

Por otra parte, también se han descrito funciones adaptativas de los síntomas de TCA en un contexto de ASI, tales como: comodidad, nutrición, distracción, identidad y autoestima, desamparo mantenido, control y poder, predictibilidad y estructuración, establecimiento de espacio psicológico, evitación de la intimidad y liberación de la tensión acumulada por la hipervigilancia. 

Desde el centro nos gustaría otorgar algunas claves de detección de TCA en adolescentes o jóvenes, con el fin de prevenir el desarrollo de este trastorno. Entre estas claves se puede destacar la preocupación por el físico y la comida qué ingiere, el uso de ropa mucho más grande de la media, tendencia a no comer delante de otra persona utilizando evasivas, pequeñas heridas en los dedos con los qué se produce el vómito, caída de pelo y ausencia de la menstruación. En contra oposición, también nos gustaría dar visibilidad a ciertos comentarios qué pese a su aceptación social, fomentan el TCA:

  -Estás más guap@, ¿has adelgazado?
  -Qué bien te veo, estás más delgad@
 -¿No crees que estás comiendo mucho?
 -Ese pantalón le quedará mejor a tu herman@, que está más delgad@.

Sabemos que hablar de estos temas puede resultar difícil y desafiante, pero al abrir el diálogo y compartir información, podemos marcar una diferencia real en la vida de quienes han sido afectados. A través de este blog, hemos buscado brindar información, desafiar mitos y estereotipos, y promover la empatía y la comprensión. Esperamos haber generado una mayor conciencia sobre estos temas y haber inspirado a aquellos que luchan contra los TCA y el abuso sexual a buscar la ayuda y el apoyo que necesitan.

Escrito por: Claudia Sánchez González, Elena Romo Quiñones.

Referencia bibliográfica:
Barrero, P., y Sánchez-Sandoval, Y. (2022). Maltrato infantil y trastornos de la conducta alimentaria en la adultez: una revisión sistemática. Psychology, Society & Education, 14 (1), 55-65.

Share by: